"Los objetivos de la Fundación Eurocaja Rural siguen siendo los mismos que se fijaron en su constitución. La pandemia, únicamente, ha puesto de manifiesto que son más actuales y están más en vigor que nunca"
Este tercer trimestre ha venido marcado, en toda España, por el fin del primer Estado de Alarma y la llegada de la ‘nueva normalidad’, aunque con el mantenimiento de fuertes e importantes restricciones a la movilidad y a la apertura de ciertos establecimientos en determinados sectores.
Lo más destacable, prácticamente en todos los indicadores, es su significativa mejora en términos intertrimestrales. Esto es algo que se esperaba una vez finalizara el confinamiento. Pero cabe destacar que, en Castilla-La Mancha, y en líneas generales, los indicadores son mejores que la media nacional.
Así, los índices de actividad presentan crecimientos intertrimestrales en casi todos los casos: el PIB crece un 16,3%; el Índice de Confianza Empresarial mejora el 3,6%; el indicador de Sociedades Mercantiles Creadas supera el 170%; y el Índice de Producción Industrial General aumenta un 15,3%, a pesar del decrecimiento en Bienes de Consumo no Duradero y Energía.
Por sectores, todos mejoran excepto los conocidos casos de la Hostelería y Turismo.
Por el contrario, prácticamente todos ellos, en su comparativa interanual, siguen sin alcanzar los valores del ejercicio anterior. Es más: aún se encuentran muy lejos, en la mayoría de los casos. Y, por otro lado, hay índices de mucha relevancia que no muestran recuperación, como el desempleo, que aumenta, según la EPA, un 14,9% respecto al año pasado.
Es obvio que esta pandemia que estamos sufriendo se ha convertido en una crisis vital y generacional sin precedentes en nuestra historia reciente.
Su agresividad y virulencia han provocado heridas tan profundas que nos ha exigido a todos dar lo mejor de nosotros mismos.
Lo cierto es que no recordábamos un momento en que optimizar las cuentas de resultados, y respetar a rajatabla la burocracia y los protocolos, fuese tan relativo. De la noche a la mañana, siguió siendo importante, pero menos urgente. Lo trascendental han sido las reacciones rápidas y las ideas claras. A pesar de la crudeza de la situación, ha resultado emocionante comprobar que el objetivo compartido de la supervivencia y las buenas acciones e ideas de unos, se han visto rápidamente apoyadas y reconocidas por el resto. Algo bueno para contribuir, entre todos, a revertir la situación.
Buscar soluciones sin tiempo que perder. Esa fue la prioridad del Patronato de la Fundación Eurocaja Rural desde el primer momento. Intentar paliar, en la medida de lo posible, las duras consecuencias económicas, sociales y sanitarias que la pandemia estaba ocasionando. La lucha contra la exclusión social; favorecer la asistencia sanitaria; impulsar la investigación científica; fomentar la empleabilidad; y luchar contra la despoblación al tiempo que se crea igualdad de oportunidades en el entorno rural; potenciar la inserción laboral de personas con discapacidad; o incluso, en un ámbito de carácter hospitalario, la elaboración de equipos de protección individual, respiradores y pruebas de detección, son algunas de las iniciativas que se han impulsado a través de los programas de la Fundación Eurocaja Rural, y que forman parte del marco ‘Soluciones Sociales’ de la cooperativa de crédito.
Por lo tanto, los enfermos; las personas en riesgo de exclusión social; desempleados; mayores; niños; el entorno rural; la inclusión laboral y la investigación científica, se han convertido en los principales beneficiarios de estas acciones.
Sin embargo, los objetivos de la Fundación Eurocaja Rural siguen siendo los mismos que se fijaron en su constitución. La pandemia únicamente ha puesto de manifiesto que son más actuales y están más en vigor que nunca:
- Desarrollar iniciativas para la creación de riqueza, igualdad de oportunidades y empleo en su ámbito de actuación. La cuarta convocatoria de ‘Ayudas Sociales’ ha premiado 10 proyectos que promueven la creación de empleo, especialmente si están orientados al empleo inclusivo.
Así mismo, los programas formativos de la Fundación Eurocaja Rural están dirigidos a mejorar las habilidades y capacitación de los profesionales en cualquier sector de actividad, para ser más competitivos y más productivos y, en coyunturas como la actual, más resilientes. Las acciones de la propia Cátedra, la ‘Escuela de Oratoria’, el ‘Master in Executive English’ y el programa de ‘Finanzas para Empresas sin Director Financiero’, en esta ocasión, transformados a una versión digital, son buen ejemplo de ello.
- Divulgación de ideas, conocimientos y pensamientos que impulsen al desarrollo y la sostenibilidad de nuestra tierra.
La Cátedra, las ‘Sesiones online’ y el ‘Digital Summit’ han servido para crear un espacio libre de intercambio de ideas acerca de temas de actualidad y necesidad, para terminar adoptándose, en muchos de los casos, en las empresas y organizaciones del entorno.
- Proponer iniciativas o apoyar proyectos y programas de ayuda social e integración. Tan importante como proponer iniciativas es impulsar aquellas que ya existen y que son buenas. Acciones de Responsabilidad Social Corporativa, el ‘Programa de mecenazgo’ de la UCLM, la ‘Carrera Virtual Solidaria’, el ‘Pack Rural Solidario’, la plataforma ‘Enlazamos Soluciones’ y la convocatoria de ‘Ayudas Sociales’ dirigida a respaldar a las personas en riesgo de exclusión social, o el programa ‘Workin’ para la integración laboral de personas con discapacidad, son algunos ejemplos.
- Intensificar todos estos efectos, aún más si cabe, en el entorno rural. Por ese motivo, una de las convocatorias de ‘Ayudas Sociales’ está dirigida a proyectos de recuperación de la vida en el campo.
En total, más de 500.000 € para ayudar a la sociedad y al tejido empresarial a superar la crisis. Hoy se habla de las compañías o entidades con propósito, como aquellas que están preparadas para conectar con la parte emocional y más particular de los clientes, las que son capaces de hacer que se identifiquen con ella porque comparten pensamientos y principios. Por eso, impactar positivamente en más de 231.000 personas en lo que va de año, otorga a la Fundación Eurocaja Rural el honor de ser, sin lugar a dudas, una de estas organizaciones con propósito.
Parece que en el segundo trimestre se alcanzó el momento más delicado y que, en el tercero, se ha iniciado la recuperación. Como detalle positivo del hecho de alcanzar un mínimo, podemos destacar, quizás, que así aprendemos a valorar más lo que teníamos y que, obviamente, se inicia la senda de la recuperación. Probablemente, eso es lo que sucederá a partir de ahora gracias a la aportación y el esfuerzo de todos.