El cuarto trimestre (IVT) de 2019 muestra una ligera desaceleración del crecimiento interanual regional (1,8% del PIB, en el IIIT era el 1,9%), derivada, especialmente, de la situación de incertidumbre y guerras comerciales desatadas en el mundo en el año 2019. En este contexto, la economía castellano-manchega acusó una ligera caída del consumo interno con respecto a trimestres anteriores, influida por la ralentización del crecimiento de la ocupación y un ligero aumento de la tasa de desempleo. En el lado positivo, las exportaciones crecen sensiblemente en el último trimestre del año (un 6,6% interanual), y lo hacen en mayor medida que las importaciones (aumento del 3% interanual), lo que mejora la tasa de cobertura y frena lo que podría haber sido una mayor caída del crecimiento. Para el conjunto del año, las exportaciones han generado la cifra record de 7.527,4 millones de euros (un 3% más que las totales de 2018).
Por sectores, todos muestran cifras de crecimiento interanual moderadas, en línea con la evolución de las nacionales. Considerando también las cifras de ocupación, es Industria el único sector en Castilla-La Mancha que presenta una leve subida con respecto al mismo periodo de 2018, un 4% (5.100 personas). El resto de los sectores (Servicios, Agricultura, Construcción) pierde ocupación, y en global, la cifra desciende en 5.900 personas con respecto al IVT de 2018. Tampoco son buenos los datos de desempleo, cuya tasa aumenta ligeramente 0,5 puntos con respecto al IVT de 2018 y 0,4 con respecto al trimestre anterior, para situarse en el 16,56%. Mientras, la tasa de paro nacional se ha reducido tanto en términos intertrimestrales (-0,14 puntos) como interanuales (-0,7%), para situarse en el 13,78%.
Otras cifras reflejan también signos de ralentización que, en cierta medida, se empezaban a notar ya en el trimestre anterior. Por ejemplo, el índice de confianza empresarial (ICE) en la región muestra una bajada tanto trimestral (-3,1%) como anual (-2,4%), de forma similar a la evolución del ICE nacional, que cae un 2,9% y un 2,1% respectivamente. Por otra parte, la variación de precios medida a través del índice de precios de consumo (IPC) para el año se sitúa en un 0,9%, superando la tasa negativa con la que cerró el IIIT (era un -0,3%). La tasa de variación española finaliza el año una décima por debajo, en el 0,8%.
Este último número del termómetro económico continúa recabando opiniones tanto en el ámbito académico como en el de la práctica directiva sobre la situación de la economía castellanomanchega, sus problemas, sus potencialidades y sus retos de futuro. La primera contribución a este número la aporta el director general de Bodegas Muñoz, Bienvenido Muñoz, quien se centra en destacar varios de los desafíos a los que se enfrenta una de las industrias más representativas del tejido empresarial regional, la vitivinícola. En concreto, Muñoz reflexiona sobre las relaciones vino-consumidor y sus implicaciones en un entorno cada vez más dinámico y complejo. Señala, en este sentido, que “la realidad la conforma un sector muy heterogéneo, donde coexisten bodegas míticas, que conservan técnicas ancestrales, con verdaderas industrias agroalimentarias dotadas de la última tecnología y con un concepto menos romántico (del vino) y más centrado en la cuenta de resultados, que compiten en un entorno muy complejo y en un mercado saturado donde la lucha por alcanzar un consumidor es verdaderamente feroz”. Señala que los retos (en forma de oportunidades) se centran en producir vinos de alto valor añadido, enfrentarse a la amenaza del cambio climático (p.ej., cultivos), una mayor preocupación de la sociedad por una alimentación saludable, y la aparición de nuevas generaciones que conceden una mayor importancia a la relación vino-gastronomía.
El segundo artículo lo firma la profesora del área de Economía Aplicada de la Universidad de Castilla-La Mancha, Carmen Díaz Mora, quien además es co-directora del Máster de Negocios Internacionales en esta misma universidad. Díaz Mora analiza los cambios que se están produciendo en los últimos tiempos en el comercio internacional, especialmente las guerras comerciales y la vuelta a las políticas proteccionistas que están definiendo un nuevo escenario global. Díaz Mora analiza el impacto que las políticas proteccionistas, especialmente los últimos aranceles a las importaciones por parte EE.UU, está teniendo en los sectores exportadores castellano-manchegos, como el agroalimentario.
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El equipo del termómetro económico de Castilla-La Mancha.