La concentración de esfuerzos, clave para la recuperación económica de Castilla-La Mancha.
Agradezco la oportunidad que me brinda la Fundación Caja Rural de Castilla-La Mancha y la Universidad de Castilla – La Mancha por primera vez desde que asumí la responsabilidad de dirigir la Consejería de Economía, Empresas y Empleo para poder aportar unas líneas en el Termómetro Económico del segundo trimestre de 2015 y hacer una reflexión sobre la situación económica en la que nos encontramos y los objetivos a los que queremos llegar.
El escenario en el que nos encontramos es todavía difícil. Desde el inicio de la crisis, nuestro PIB se ha reducido un 6,3%. Hoy tenemos 12.037 empresas menos que en 2008 y el desempleo se ha más que duplicado, hasta alcanzar los 266.600 según la EPA del segundo trimestre de 2015.
En este marco complicado, empezamos a vislumbrar indicios de una incipiente recuperación económica. Las perspectivas de crecimiento en Castilla-La Mancha, del 3,3% para 2015 y del 2,9 en 2016, por encima de la media nacional, nos permiten poder adoptar una visión optimista sobre la marcha de nuestra economía a corto y medio plazo.
Estos datos macroeconómicos positivos, no son un motivo para caer en la complacencia y mucho menos para considerar que la recuperación económica de nuestra región va a producirse de forma natural. Es la responsabilidad de todos los agentes económicos de la región poner todo de nuestra parte para apuntalar ese crecimiento para que sea sostenible en el tiempo y, sobre todo, para que redunde en una mejora del bienestar y la calidad de vida de las ciudadanas y ciudadanos de Castilla-La Mancha.
En este sentido, el Gobierno del presidente García-Page no va estar de brazos cruzados a la espera de que la situación se arregle sola. Somos conscientes de que ningún gobierno por sí solo tiene la capacidad suficiente para modificar los ciclos económicos, y consideramos por tanto que la salida de la crisis de Castilla-La Mancha se debe realizar con la participación de todos.
En esta línea de unificación de esfuerzos en torno a un objetivo común se encuentra el Acuerdo Marco para la Recuperación Económica de Castilla-La Mancha, cuyo protocolo fue firmado por el presidente de Castilla-La Mancha y los agentes sociales el pasado 6 de octubre.
En el ámbito de este Acuerdo Marco, las medidas correspondientes al fomento de la Recuperación Económica van a ser también consensuadas por todos. Las comisiones de trabajo de cada uno de los ejes estratégicos, que serán las que propongan estas medidas, estarán formadas por todos aquellos que tengan algo que decir en la salida de la crisis en Castilla-La Mancha. En este sentido, la colaboración de las entidades financieras con más arraigo en nuestra tierra, como lo es Caja Rural Castilla-La Mancha, es fundamental.
El Gobierno regional tiene claro que las empresas son el motor de la economía y las encargadas de la verdadera generación de actividad y de la creación de empleo. Las empresas castellano manchegas deben estar preparadas para hacer frente a los desafíos que la economía actual plantea. Por ello, nuestra acción de gobierno en este ámbito irá enfocada a llevar a cabo políticas activas que nos permitan competir en las mejores condiciones en cualquier lugar del mundo. Sólo de esta forma seremos capaces de competir en una economía globalizada.
Tres serán las líneas estratégicas en las que basaremos nuestra acción en esta área. En primer lugar, mejorar la productividad de nuestros principales sectores estratégicos. Desde el Gobierno regional queremos ser un aliado de las empresas en la incorporación de valor añadido. De esta forma, vamos a crear un Sistema Integrado y Unificado de Apoyo a PYMES, microempresas y emprendedores que atienda sus requerimientos específicos en cada etapa de su actividad. Un cambio de enfoque hacia las necesidades de las empresas y emprendedores. Desde esta "puerta única de entrada" se ofrecerá un catálogo unificado de servicios, entre ellos, la información, asesoramiento y apoyo para la puesta en marcha, crecimiento, consolidación e internacionalización de la actividad de las empresas. La puesta en marcha de este sistema confirma en nuestra convicción de que sólo coordinando todos los recursos disponibles podemos ser realmente eficaces en la prestación de servicios a las empresas de nuestra región.
En segundo lugar, la competitividad y la innovación son elementos fundamentales para el desarrollo de las empresas. En estos momentos de creciente competencia internacional, y de enormes posibilidades, las empresas deben integrar herramientas para incrementar su eficacia y posibilidades de éxito. En Castilla-La Mancha hoy sólo se invierte en I+D el 0,64% del PIB, lejos del 1,3% nacional, y muy lejos del 3% fijado por la UE en la estrategia 2020. A esto debemos sumar que en Castilla-La Mancha, el porcentaje de empresas innovadoras es tan solo del 2,09%. Por ello, reforzaremos la Estrategia de Especialización Inteligente de Castilla-La Mancha, con el objetivo de fomentar la cooperación sectorial y generar uniones competitivas. De esta forma, favoreceremos la cohesión económica, social y territorial, utilizando eficientemente los recursos disponibles y generando nuevas oportunidades de colaboración. Todo ello, mejorando la cooperación entre nuestra Universidad, los centros de innovación y las empresas, poniendo nuestra capacidad de investigación al servicio de las necesidades productivas de las mismas.
Por último, las empresas de Castilla-La Mancha han de ser conscientes de que la internacionalización no es tan solo una oportunidad de negocio y una nueva fuente de generación de ingresos. En un entorno global como el nuestro, es un factor que garantiza la supervivencia misma de la empresa.
Durante los últimos cuatro años, y a pesar de que desde 2007 las exportaciones han crecido en nuestra región más de un 70%, situándonos como la segunda comunidad autónoma en la que más han crecido, sólo por detrás de la Región de Murcia (+135%), y muy por encima de la media nacional (+30%), el respaldo a la internacionalización en la región no ha estado unificado. Por ello, en esta estrategia de unificación de esfuerzos y recursos, vamos a diseñar un Plan de Internacionalización de Castilla-La Mancha. Un plan que también implementará instrumentos de captación de la inversión extranjera en nuestra comunidad.
En definitiva, en un entorno difícil pero con motivos para el optimismo, sólo con la coordinación de recursos y esfuerzos de todos los agentes económicos públicos y privados será posible una recuperación económica que se mantenga a largo plazo y que beneficie a toda la sociedad.