PRESTIGIO Y CALIDAD DEL ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA DE CASTILLA - LA MANCHA
Quisiera felicitar a la Catedra de Innovación y Desarrollo Cooperativo y Empresarial y en especial a su Termómetro Económico de Castilla La Mancha por dedicar uno de sus números al aceite de oliva. Este sector, a pesar del enorme peso económico y social que representa en nuestra región, suele pasar desapercibido para el gran público y en muchos casos se desconoce el alto nivel y prestigio de que gozan nuestros aceites tanto en el mercado nacional como internacional. Esta situación es debida al gran peso que este producto tiene en Andalucía, tanto en producción de aceituna como en volumen de aceite elaborado, hace que desconozcamos que nuestra comunidad es la segunda en importancia con respecto a este cultivo a nivel nacional.
La posibilidad de escribir estas líneas me ha permitido hacer una reflexión sobre lo que eran mis conocimientos del aceite de oliva de Castilla La Mancha cuando hace ya más de una veintena de años iniciamos en la UCLM el estudio de la composición y calidad del aceite de nuestra región, siempre vinculada a enraizar la labor investigadora en las cuestiones de mayor interés de su territorio y que permitiera avanzar en su desarrollo. La urgencia de estudiar nuestro aceite de oliva virgen extra surgía por la necesidad de cubrir una deficiencia científico-técnica que el sector demandaba para proyectar y valorizar sus aceites a nivel nacional e internacional, cuya calidad quedaba oculta hasta este momento en una comercialización principalmente en graneles y no apreciándose el alto valor de este producto para el consumidor no vinculado con nuestro territorio.
Permítanme por lo tanto aprovechar estas líneas para que conozcan la evolución que ha experimentado este sector y nuestros aceites desde entonces. En 1998 se puso en marcha la primera Denominación de Origen de nuestra comunidad “Montes de Toledo”, que cubre la zona geográfica del sudoeste de la provincia de Toledo y el noreste de Ciudad Real elaborado exclusivamente con la variedad de aceituna “Cornicabra”, poniendo en valor el tradicionalmente conocido aceite de oliva tipo Toledo. Quiero destacar el valor y capacidad de visión de futuro de estos pioneros de nuestra región que se arriesgaron -con éxito -en ser la primera DO que se establecía como Fundación y bajo la cobertura del novedoso Reglamento Europeo de 2081/92 que marcaba una mayor exigencia frente al funcionamiento tradicional de los antiguos Consejos Reguladores orientándose en buscar una mejora continua en la calidad y certificación del producto. Este reto ha sido seguido posteriormente por las otras cuatro denominaciones de origen con que cuenta actualmente nuestra comunidad “Campo de Montiel” situada en el sur de nuestra comunidad autónoma, “Campo de Calatrava” en la zona central de la provincia de Ciudad Real y la más reciente, creada en 2009 “Aceite de la Alcarria”, ubicada entre las provincias de Cuenca y Guadalajara. Desde 2003 nuestra comunidad cuenta con un panel de cata de aceites oficial reconocido inicialmente por el COI (Consejo Oleícola Internacional) y posteriormente certificado por ENAC (Entidad Nacional de Acreditación) para la clasificación comercial de los aceites de oliva en sus diferentes categorías.
En los estudios realizados para tipificar y avalar la calidad de los aceites de oliva virgen extra, elaborados mayoritariamente con la variedad cornicabra, se pudo establecer que presentaban en su composición de forma natural un perfil específico en la familia de compuestos denominados esteroles, destacando entre ellos el componente conocido como campesterol. El contenido de este compuesto en especial, en algunas campañas excedía los límites establecidos en la Reglamentación Comunitaria de este momento y en consecuencia aceites genuinos no podían comercializarse adecuadamente al encontrase fuera de norma. La resolución de este grave problema se abordó desde la estrecha colaboración entre el sector productivo y la Universidad realizándose un estudio en profundidad y aportándose la documentación necesaria para que los aceites cornicabra sean reconocidos por su tipicidad. La insistente actuación de los agentes implicados y de las autoridades competentes han permitido que se efectuase la revisión de los limites propuestos inicialmente para este parámetro y actualmente en el Reglamento UE 1830/2015 se contempla la tipicidad de los aceites de cornicabra respecto este parámetro, permitiendo no solo la adecuada comercialización de los aceites sino poniendo de manifiesto este rasgo varietal como una característica propia de nuestros aceites.
Actualmente, los aceites de oliva virgen extra de Castilla La Mancha, elaborados tanto con nuestra variedad más representativa como es la “Cornicabra” así como otras variedades o mezclas diseñadas por los excelentes técnicos que actualmente están al frente de las empresas del sector se presentan con orgullo para su reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. No es por lo tanto casualidad que cuando se lee en los listados de los aceites premiados en los concursos nacionales como “Premios Alimentos de España” del MAGRAMA, o bien en el bianual Salón de Expoliva o Terra Oleum entre otros, los aceites de nuestra región se encuentren en ellos, al mismo nivel que los más reconocidos.
Nuestros aceites compiten hoy en día -codo con codo- con las marcas más conocidas y se adentran con orgullo en el sector gourmet, amparados y avalados por el reconocimiento internacional de su calidad con premios en concursos tan prestigiosos como el Mario Solinas, NYIOOC, Olive Japan, Sol d`Oro, o su inclusión en las prestigiosas guías EVOOLEUM o FLOS OLEI.
Por todo esto, podemos sentirnos orgullosos tanto de la evolución técnica que han experimentado las almazaras de nuestra región, de los responsables que se encuentran al frente de ellas, así como de la calidad y el prestigio que presentan los aceites de oliva virgen extra elaborados en nuestra región.