LA APARICIÓN DE PLATAFORMAS DELIVERY HA SUPUESTO UN PUNTO Y APARTE EN LOS USUARIOS, LOS COMERCIOS Y EL MERCADO.
En primer lugar, los usuarios que solicitan envíos a domicilio ahorran en tiempo de desplazamiento y de compra. Las plataformas online eliminan las restricciones físicas del retail y reducen las barreras geográficas, hecho que conlleva que el usuario no tenga que pasar por la puerta del local para consumir sus bienes. Por otro lado, el cliente ha visto cómo su hábito de demanda ha variado. A la pregunta de si ahora se cocina menos la respuesta es sí; de hecho, se ha sustituido la preparación de la comida tradicional en el hogar por la comida a domicilio. Por otro lado, la experiencia de consumo también varía del comercio al propio hogar. El usuario puede elegir a la hora que quiere cenar, retrasar o adelantar su tiempo de ocio sin preocuparse por si necesita pasar por el supermercado o si tiene comida en casa.
En segundo lugar, los comercios y restaurantes han alcanzado cuotas de mercado antes nunca imaginadas gracias al alcance de las plataformas. Así, no es osado asegurar que hay restaurantes que si no fuera por las plataformas jamás hubieran llegado a formar parte del sector ya que por presupuesto u operativa no podían permitirse la entrega propia. Las ventajas del comercio online son evidentes: elimina la restricción física que supone tener un local a pie de calle; aumentan la cuota de mercado con la mínima inversión en publicidad; fomenta el crecimiento orgánico y gracias al pago por plataforma online se consigue automatizar los pagos, permitiendo mayor trazabilidad en las transacciones y mitigando el problema de la economía sumergida.
Por último, el delivery ha supuesto un acelerón en las economías de escala de los comercios implicados al aumentar la rotación de sus productos. La consecuencia principal es la reducción de costos debido a la expansión y optimización de recursos: compra a gran escala de inventario, contratos a largo plazo, financiación bancaria y, como es consecuente, un learning by doing que hace que algunos pequeños comercios terminen comportándose como si de una cadena se trataran. Permiten que los mercados se organicen de forma más eficiente, generando beneficios para sus usuarios. Los dos principales motivos de esta mejora son la reducción de costes de transacción y la generación de economías de red.
En tercer y último lugar, el sector. En los últimos años el número de figuras implicadas en el sector delivery se ha visto multiplicado de forma exponencial: restaurantes, profesionales del transporte, clientes, marcas, publicistas, etc. La actividad de las plataformas ha supuesto un impacto directo en la red de clientes y proveedores a lo largo de toda la red de suministros, siendo la principal consecuencia la aparición de nuevos actores, la reducción de costes, la profesionalización de la logística, el asentamiento del supply chain como ciencia y la reducción de los tiempos de producción y entrega. En términos numéricos, hablamos de un sector que en 2018 sumó al PIB español 643 millones de euros y 14.337 puestos de trabajo, es decir, el 3.5% de puestos de trabajo creados en todo el año. Por si fuera poco, se prevé un crecimiento a 2020 de 2.277 millones de contribución al PIB y 50.000 puestos de trabajo. Visto así, no cabe duda de que es un sector en constante crecimiento cuyo techo no se alcanzará al menos en esta década. Otro sector que ha recibido con agrado la irrupción del delivery es el sector de las nuevas tecnologías y la innovación. Se cuentan por decenas las aplicaciones creadas para gestión de pedidos, redes logísticas, substitutivos de pagos en metálico, optimización de rutas, etc. Por otro lado, empresas y profesionales de la UX (la experiencia de usuario) o del diseño industrial han visto cómo este sector ha supuesto un antes y un después en sus postulados.