Castilla-La Mancha es la séptima comunidad autónoma con un saldo fiscal positivo más elevado, con un total de 2.291 millones de euros, que suponen el 6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), que es lo que recibe de otras regiones, mientras que Madrid, Baleares y Cataluña se encuentran en el otro extremo, con saldos fiscales negativos.