A pesar de que la agricultura y la ganadería han perdido mucho peso en España en las últimas décadas como consecuencia de la transformación del modelo económico, Castilla-La Mancha es la comunidad que más depende de este sector. Según el último informe del Consejo Económico y Social (CES) correspondiente a 2015, el 6,7 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) procede del campo, el 0,3 por ciento más que el año anterior, el mayor porcentaje del país, seguido por Extremadura (5,6%) y Aragón (5,2%). En el lado opuesto se encuentran Madrid (0,1%), Baleares (0,3%) y País Vasco (0,6%). La media de este sector en el PIB nacional es del 2,3 por ciento.